Teresa me esta llamando

¿Nos vamos a un hotel? Si. ¿Quieres con jacuzzi? Si. ¿Quieres comer aqui? Si. ¿Quieres hacerme el amor otra vez? No. ¿Porque no? Porque quiero que me cojas.
Cójeme.

Y sus ojos, los de Oscar, cambiaron como si tuviera un animal dentro de si. Ha pasado tanto tiempo desde que Teresa y el no tienen sexo que esa ansia aparece de pronto en su frente: Quiero follar, echar polvo, que sea con ella. Patricia, contigo que me gustas tanto, tu cabello a los hombros y tus sombreros de hombre. Tus costillas que se marcan cuando te penetro y tus gemidos con los que rasgas los cielos. Patricia de mi corazon.

Lo quiero para mi, es como si renacieran de pronto mis ganas, y ya no pudiera más ocultar lo oscura que soy, lo necesariamente escondida que he estado, tras bambalinas mirando la vida pasar, deseando no haberme callado tantas y tantas cosas, simplemente ausente que estuve en mi vida y si, sali. Sali montada en un orgasmo enorme y entre las ganas de vivir que me emergieron de las entrañas mientras me beseba el coño de manera exquisita.

Pero de pronto el movil.
Lo siento, me dice, Teresa me esta llamando.