uno

No planeo contarles la historia de nueva cuenta, alguien me dijo que alguien le suplicó que dejara atrás el pasado, no es que sea mi idea también pero me parece que fijarse en los cimientos impide construir.

Desde la llegada de Alex a mi pequeño cuarto de hotel en el Forest House Hostel London ubicado al norte de Palmers Green, recuerdo haber bajado del metro Wood Green y él tan sólo alcanzó a decir: No sé que es lo que vaya a pasar, creo que nadie sabe a ciencia cierta si lo que hace es la mejor decisión o no, pero te puedo decir que me encanta la vista que tiene Londres cuando tu estas en ella.

Y lo demás ya no pudo interesarme...

Quizá él tenga razón, nadie sabe a que se va a enfrentar...
Talvez este sabor comience a gustarme...





O quizá no...

2 comentarios:

Ricardo Santos dijo...

los sabores nuevos embriagan, los sabores reencontrados tambièn, aunque se corra el riesgo de empache.

El contexto nuevo tambièn puede ayudar, o lastimar la vista. pero que todo te sea leve y natural pequeña Pat. un besote.

kLetus dijo...

Efectivamente nadie sabe que pasará, pero mientras averiguan sean felices, se los deseo de corazón.

El final, es el principio.
El principio, quedó lejos de donde estoy ahora...