Conocí a Pät en una fiesta.
Conocí a Alex en la escuela.
Creo que las dos circunstancias pueden decir mucho.
Le hablé a Pät mientras ella se estaba fumando un malboro rojo, manchando la boquilla de rojo carmin y en su minifalda roja y perdida entre tanto malva, le pregunté donde estaba el baño. Ella me miró de arriba a bajo y me señaló la puerta sin decir una sola palabra.
Le hablé a Alex en la escuela mientras jugaba basket ball, en la selección de nuestra secundaria con la segunda más famosa de iztapalapa (y eso creanme, ya es decir mucho) él secaba su sudor y tomaba gatorade de fresa cuando me acerqué y le felicité por el gran juego. Él me miró directo a los ojos y me dió un muy sincero: Gracias.
Creo que las dos circusntancias también pueden decir mucho.
Me despedí de Pät mientras su esposo la esperaba para arribar al aeropuerto y llevársela a EUA, me abrazó fuerte y me dijo que jamás dejaría de ser mi amiga, pasara lo que pasara y me confesara lo que me confesara, que pese a la distancia cuidaría de mi.
Me despedí de Alex mientras la noche caía y se lo llevaba a Canadá, iba de trabajo y a superarse, algo que deseaba con fuerzas desmedidas y me detuve enmedio de la nada para no darle un beso en la boca. Le di un apreton de oso y le di un seco: Suerte.
Creo que las dos circunstancias no pueden describir el miedo que sentí de que se alejaran de mi.
Y tras las despedidas, los engaños y los encuentros. Me encuentro ahora aqui, recuperando los pocos recuerdos que aún me quedan.
Gracias por invitarme a dar una pequeña explicación e introducción de quienes son ustedes...
Here you go.
Y como dicen últimamente en mi familia:
Suerte!
2 comentarios:
Aunque no lo creas yo tampoco lo creo.
Te regalo un juego de palabras de esos que tanto te gustan.
Gracias por la introducción querida escritora favorita
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