Easy

A lo largo de mi vida, recuerdo muchos hombres, de algunos para ser honesta, los nombres no me llegan a la mente, pero hubo uno muy especial en ese montón de testosterona de la que aprendí no fiarme desde que tenía 14 años.

Digamos que su nombre era Alan.
Toda la vida odie la escuela, Alan no era del tipo de chavo que pretende llegar bien lejos por su cerebro (siendo que podía aprovechar otras cualidades, siempre pensé que podría ser un muñeco de aparador bien bonito, claro con la boca bien cerrada) pero era inteligente, no del tipo de escolta y eso pero unos ochos eran lo suyo.
Pues yo tenía 15 años y ya había reporbado tercero de secundaria, el día que se me acercó yo estaba fumando en el baño de mujeres. Ahi te hablan me dijo mi compañera burlándose de mi, eso hizo que el humo le saliera por la nariz pero igual fue chistoso. Sali del baño y le dije cortante: Y tu que?
Me miró sin miedo (aunque sé que temblaba muchísimo) y me dijo: Yo estoy aqui porque quiero invitarte un helado. Solté la carcajada, imagínenme o era de lo peorcito que había en la escuela, inventaba pretextos para no ir, guardaba ropa en mi mochila en lugar de libros, para irme de pinta a los "antros" donde hacían "tardeadas" (donde pude haber muerto asfixiada, ya sé mal chiste) era de las chicas que escondian una caribe cooler (ya ni me acuerdo si se llamaban así) dentro de la manga del sueter de la secundaria, de las que se subian la falda y se escribian en los cuadritos de la tela de secundaria de gobierno con pluma negra las respuestas de los examenes, y un tipo guapito nerd me estaba invitando "un helado".... No pues era para reírse.
Alán me siguió mirando, esperando a que terminara de burlarme de él. Y cuando lo hice, me sentí una tonta, no sabía o que iba a decirle y sólo alcancé a contestarle: Como quieras. Él se marchó a su clase de carpintería, yo seguía fumando en el baño.

Cuando salimos de clase, estaba esperando a Lenna para irnos, ella siempre salía tarde de la escuela por estar preguntandoles cosas a sus maestros. Y Alán se me acercó, traía la mano izquierda detrás de él y cuando llegó hasta mi, estiró su mano con una congelada de vainilla, de esas de a 3 pesos. La cogí y reí, ya no me burlé, fue una risita idiota. ¿Este es mi helado? pregunté mientras hacia el hoyo en una de las esquinas de la bolsa de la congelada. Alan se encogió de hombros y me dijo: Tu a las cosas llámalas como quieras, yo compre ese helado y te lo traje, a veces hacemos ideas de algo que es bien sencillo, adiós Paty.

Lenna llegó después platicándome de no me acuerdo que y yo me terminé mi congelada pensando en que esa pequeña lección me haría llevar las cosas al extremo: JAMÁS DES POR ACENTADAS LAS COSAS puede que una congelada de a 3 pesos pueda dejarte caer en la cabeza lo estúpida que eres y te recuerde que las cosas son más sencillas de lo que tu loca mente imaginó.

A Alán le di unos besos en una fiesta, pero después de eso ya no volví a saber de él (digo por si se lo preguntaban)

Y bueno les dejo el cover de una canción que no me gustaba (la original) pero que en la voz de este guey suena bien sexy.

4 comentarios:

Ricardo Santos dijo...

la secundaria fuè una de esas etapas que recuerdo màs cosas fuera de la escuela que en ella.

Vain¡lla dijo...

Uy yo ni en la secundaria ni en la prepa pescaba ni un resfriado...

Pero luego me puse al corriente por todos los años perdidos.

Ninja Peruano dijo...

Secundaria... que época más incómoda...

Eso de las hormonas hace que todo parezca más drmático de lo que es

kLetus dijo...

Chale, la secu, a mi me trae buenos y malos recuerdos eso si, yo no fumaba o tomaba tanto dentro de la escuela, siempre lo hacia afuera en casa de mis cuates y que buenas pedas me ponia

El final, es el principio.
El principio, quedó lejos de donde estoy ahora...