Bulimia

Yo tuve una amiga que era bulímica y me cagaba de risa verla vomitar. De verdad no es broma, no podía evitarlo y ella con sus ojos rojitos del esfuerzo me miraba y sonreía con sus dientes llenos de porquería y por supuesto yo reía más.

Me reia porque yo me cuido mucho, no al grado de medir las calorias y así pero hago ejercicio, como a mis horas, hago cinco comidas al día, tomo agua y sobre todo me pongo mil y un menjurjes en el cuerpo para que se vea como se ve. Ella pensaba que con sólo vomitar sus problemas se iban a resolver y Pablito Ruiz (como le decía al chavo que le gustaba infinito) se iba a fijar en ella... Por favor.

Adelgazó porque llegó un momento que ya no vomitaba comida sino sus propios jugos gástricos. Mil por ciento desagradable. Evidentemente Pablito Ruiz nunca le hizo caso y ella terminó en el hospital. Sus amigos le llevaron flores y globos y tarjetas de mejorate pronto. Yo llegué y le di una bofetada gritándole: ¿Ya vas a aprender pendeja o te hace falta morirte?

Pasaron dos semanas de eso y ella se recuperó. Pero siguió siendo tan huevona que se volvió una obesita graciosa. Hoy me la encontré en el messenger, después de siglos de no verla.

Ella: Oye Pat, ¿que te has hecho? ¿que dice tu vda?

Yo: Me casé, enviudé, heredé su fortuna y ahora vivo en NY cuidando negocios, una casa que alquilo, mi depa que me compré y trabajo remodelando departamentos, ahorita estoy en LA por ejemplo y ¿Que ha pasado contigo?

Se desconectó y me he quedado pensando: ¿Apoco si mi vida es tan aca apantallante? La verdad es que ya me salí del tema, quería decirles que eso de vomitar no es divertido y que esta mal, pero si quieren terminar como mi amiga la obesita graciosa, pues es muy su pedo.