¡A la chingada las lágrimas!,dije,
y me puse a llorar

Estoy descalzo, me gusta pisar el agua y las piedras,
las mujeres, el tiempo,
me gusta pisar la yerba que crecerá sobre mi tumba
(si es que tengo una tumba algún día).

Me gusta mi rosal de cera
en el jardín que la noche visita.

Me gustan mis abuelos de Totomoste
y me gustan mis zapatos vacíos
esperándome como el día de mañana.
¡A la chingada la muerte!, dije,
sombra de mi sueño,
perversión de los ángeles,
y me entregué a morir
como una piedra al río,
como un disparo al vuelo de los pájaros.

Hay Sabines, cuanta razón tenías.

4 comentarios:

Ricardo Santos dijo...

Sabines es un tipo triste que hace que los tristes se sientan menos tristes.

:)


un besote hasta donde andes.

Ninja Peruano dijo...

A mí Sabines no me provoca nada.
Indiferencia, a lo mucho.

Pero estos párrafos sí me gustaron.

Marlenne Magallanes dijo...

¿que? ahora resultas literata... El mundo se va a acabar...

Pät dijo...

Huevos pinche Lenna.

El final, es el principio.
El principio, quedó lejos de donde estoy ahora...